El blanqueamiento dental es un tratamiento estético odontológico que tiene por objetivo eliminar las manchas dentales y hacer que los dientes adquieran una tonalidad más blanca y brillante. Se trata del tratamiento estético dental más popular entre los pacientes, pero no por ello puede ser realizado por cualquier profesional: se necesita de un manejo de los agentes blanqueadores, un protocolo adecuado de diagnóstico, planificación del procedimiento y mantenimiento de los resultados.
Tipos de blanqueamientos dentales
Existen diferentes tipos de blanqueamientos dentales en función del procedimiento a seguir en cada paciente:
- Con el blanqueamiento dental en piezas vitales realizado por el dentista es necesario realizar, de forma previa, una profilaxis adecuada y revisar la salud dental del paciente. Posteriormente, se aísla la zona a tratar de forma que evitamos el contacto del agente blanqueador con tejidos periodontales como las encías. A continuación, se aplica el producto blanqueador que se activa con una fuente de luz. El blanqueamiento dental realizado en la propia clínica es un método muy eficaz ya que maneja una alta concentración de componente blanqueador bajo supervisión de un especialista.
- Con el blanqueamiento dental en casa el tratamiento se realiza en el propio domicilio del paciente, pero siempre bajo indicaciones del dentista. Al igual que en el anterior procedimiento, se realiza un estudio de la salud dental del paciente y se elabora una férula a medida donde se aplicará el agente blanqueador.
Otra opción también muy popular entre los pacientes es el blanqueamiento de dientes no vitales, es decir, cuando hay presencia de bacterias o hematomas en los conductos. Para ello, podemos recurrir a una técnica inmediata en el que el paciente puede observar los resultados al instante; blanqueamiento dental en casa, en el que el paciente se aplica directamente el producto; o bien una combinación de ambas técnicas.
¿Por qué se oscuren los dientes?
Las causas más comunes del oscurecimiento dental es una inadecuada higiene oral, así como el consumo de ciertos productos que tienden a manchar y oscurecer los dientes. Es cierto también que podemos clasificar dos tipos de manchas dentales: las manchas intrínsecas son aquellas que se producen por la propia formación y desarrollo del diente, por el consumo de determinados medicamentos o deficiencia de vitaminas, entre otros. Por contra, las manchas dentales extrínsecas se producen por el contacto de los dientes con agentes pigmentadores como el vino, café o té.
