El injerto de encías es un procedimiento quirúrgico que consiste en extraer tejido de una zona donante, como por ejemplo el paladar o la zona de la muela del juicio superior; para posteriormente cubrir una zona sobre diente o sobre implante.
¿Cuándo se debe recurrir a un
injerto de hueso?
- 1. Al realizar la extracción de una pieza dental que no se ha podido salvar, el hueco que ha dejado el diente, a veces conviene ser rellenado con un injerto de hueso.
- 2. En ocasiones, es necesario realizar una elevación de seno y utilizamos el injerto de hueso para aumentar la cantidad de hueso de esta zona del maxilar.
- 3. En pacientes con la enfermedad periodontoal a veces existe una pérdida del hueso de alrededor de los dientes. Con el injerto tratamos de prolongar la vida y función del diente dentro de la boca.
- 4. Cuando se produce una pérdida ósea alrededor de un implante dental. Es decir, cuando se produce una periimplantitis.
- 5. Cuando existe una reabosrción ósea producida por la pérdida de dientes prematura y es necesario regenerar el hueso de forma vertical u horizontal.
CLÍNICA DENTAL DR. CARLOS GAVIRA
Beneficios del injerto de hueso
Además de los beneficios relacionados con la armonía y la estética de tu sonrisa, el hecho de tener unas encías que cubran toda la pieza dental y que estén completamente sanas tiene los siguientes beneficios:
- Permite colocar implantes dentales en pacientes con poco hueso.
- Evita tener que llevar prótesis de “quita y pon”. Antes de que se realizara esta técnica en pacientes con poco hueso, la única solución era llevar prótesis removibles no fijas porque no se podían colocar los implantes dentales.
Preguntas y respuestas sobre el injerto de hueso
La necesidad de un injerto de hueso la marcará siempre el cirujano oral, aunque, de forma general y como guía para nuestros pacientes, se suele necesitar cuando, al retirar una o varias piezas dentales, no existe la cantidad de hueso necesario para que el tornillo del implante pueda agarrarse.
Al tratarse de un procedimiento quirúrgico, se realiza en el quirófano de la clínica. Se hace una incisión en la encía para obtener acceso al hueso debajo de ella, y luego se agrega el material de injerto.
El tiempo total dependerá de la capacidad de regeneración del organismo, aunque por norma general, la recuperación puede tardar entre 3 y 12 meses.
El injerto de hueso es un procedimiento quirúrgico donde se mejora la calidad y cantidad de hueso existente, tanto en el hueso maxilar como en la mandíbula, para la posterior colocación de un implante dental o también, para una mejor adaptación de una prótesis dental.
Se recomienda una dieta blanda o líquida durante las primeras 24 horas. Después de 24 horas, podrá avanzar en su dieta, pero debe tener cuidado para evitar masticar directamente en el sitio de la cirugía. Es muy importante evitar la succión.
Durante las primeras 48 horas, evita enjuagarte la boca. Ante el exceso de saliva o de sangre, recomendamos utilizar una gasa esterilizada. Tampoco deberías aplicar presión, en la zona injertada, con la lengua o los dedos.