TRATAMIENTO

Frenillos linguales y labiales

Frenillo lingual en labial

La aparición de frenillos labiales y linguales es algo natural que se puede solucionar mediante sencillos procedimientos de cirugía oral. A la cirugía de frenillo labial se le llama frenectomía y a la cirugía de frenillo lingual se le denomina como frenuloplastia. Ambos son procedimientos de cirugía oral que se realizan con anestesia local y de forma completamente ambulatoria. Cuando son detectados de forma temprana, se suelen realizar durante los primeros años de vida, pero también, en algunos casos, se realizan en la edad adulta.

Síntomas del frenillo labial
hipertrófico

Beneficios de la cirugia de frenillo labial superior

Beneficios de la cirugía de frenillo labial

La cirugía de frenillo lingual es un procedimiento sencillo y presenta muchos beneficios, como por ejemplo: Mejora la posición de los dientes (en el caso del maxilar), mejora la fonación, permite una mayor movilidad de la lengua y evita riesgos de que se rompa por un golpe durante el juego.

CLÍNICA DENTAL DR. CARLOS GAVIRA

Síntomas del frenillo lingual corto
(anquiloglosia)

Beneficios de la cirugía de frenillo lingual

La cirugía de frenillo lingual es un procedimiento sencillo y presenta muchos beneficios, como por ejemplo: Mejora la posición de los dientes (en el caso del maxilar), mejora la fonación, permite una mayor movilidad de la lengua y evita riesgos de que se rompa por un golpe durante el juego.

Beneficios de la cirugía de frenillo lingual

Preguntas y respuestas sobre la cirugía de frenillo lingual o labial

La frenectomía es un procedimiento quirúrgico que consiste en la eliminación de un frenillo. Está indicada cuando el frenillo lingual (anquiloglosia) o labial causa problemas funcionales o estéticos.

La anquiloglosia es una condición en la que el frenillo lingual es anormalmente corto o grueso, limitando el movimiento de la lengua y afectando funciones como el habla y la alimentación.

Generalmente, la recuperación tras una frenectomía toma de una a dos semanas, aunque la cicatrización completa puede variar dependiendo de la persona y de los cuidados postoperatorios.

La anquiloglosia puede dificultar la lactancia materna, ya que el bebé puede tener problemas para succionar adecuadamente, lo que puede causar dolor en los pezones y una alimentación ineficaz.

Los niños con anquiloglosia pueden tener dificultades con ciertos sonidos del habla, especialmente aquellos que requieren movimientos precisos de la lengua como «l», «r», «t» y «d».

Si no se trata, la anquiloglosia puede llevar a problemas continuos con el habla, la alimentación y la higiene oral, además de posibles dificultades emocionales y sociales.

No operar el frenillo lingual en un bebé puede resultar en problemas de alimentación, como dificultad para amamantar, y en el futuro, posibles problemas de habla y dentales.

Los riesgos de una frenectomía son mínimos, pero pueden incluir infección, sangrado, dolor y, en raras ocasiones, problemas de cicatrización o daño a las estructuras cercanas.

La frenectomía generalmente se realiza bajo anestesia local, por lo que el dolor durante el procedimiento es mínimo. Después de la cirugía, es común experimentar molestias que pueden ser controladas con analgésicos.

La preparación para una frenectomía incluye una evaluación por parte de un especialista, explicaciones claras sobre el procedimiento y cuidados postoperatorios, y asegurarse de que el niño esté en buena salud general antes de la cirugía.

La frenectomía puede recomendarse en niños cuando la anquiloglosia afecta significativamente el habla, la alimentación o la salud oral, y no hay mejoría con otras intervenciones no quirúrgicas.