¿Qué es la abrasión dental?
La abrasión dental es el desgaste en el esmalte dental provocado por una mala higiene dental. Esto es el debilitamiento de la capa protectora que recubre los dientes hasta, incluso, poner al descubierto terminaciones nerviosas provocando sensibilidad dental y afectando al área cervical de los dientes.
Causas de la abrasión dental
La causa principal de la abrasión dental es una mala higiene dental o incorrecto cepillado, por ejemplo muy agresivo, con un cepillo con las cerdas muy duras o un uso incorrecto de la seda dental. También otras de las causas de la abrasión es el abuso de palillos, comer pipas o, en determinadas ocasiones, los piercings en la boca.
Cómo tratar la abrasión dental
El primer paso para tratar la abrasión dental es corregir los malos hábitos que la provocan y que hemos enumerado anteriormente. Una vez afrontado este punto, como profesionales nos encontramos con varios opciones:
- Uso de resinas para reconstruir el esmalte, en el caso de que la abrasión se haya producido en la superficie oclusal. En este punto, también se puede optar por el uso de coronas dentales o férulas de descarga preventivas.
- Ante una abrasión incisal, se restaura la estructura dañada mediante resinas compuestas.
- Y si también existe retracción gingival, realizaremos un injerto de encía.
Cómo prevenir la abrasión dental
Para prevenir la abrasión dental lo principal es mantener una buena higiene dental pero suave, y es que un exceso en la fuerza y el número de cepillados de dientes no hace que la higiene oral sea más efectiva. Es importante, también el uso correcto de los cepillos interproximales así como de la seda dental y optar por cepillos con cerdas suaves.
Consecuencias de la abrasión dental
Las principales consecuencias de la abrasión dental es la aparición de hipersensibilidad dental, es decir sentir dolor al comer o beber determinados alimentos o bebidas frías y calientes. Por supuesto, la aparición de caries es la enfermedad más común ya que con la abrasión dental se pierde paulatinamente la capa dental protectora, así como la retracción de las encías. Por otro lado, y a nivel estético, el esmalte puede volverse amarillento o marrón, y en el diente pueden aparecer rugosidades, crestas en forma de V o fisuras.
