La salud bucondental es una parte muy importante de nuestro bienestar general. Y es que mantener una boca sana repercute, directamente, en el resto de nuestro cuerpo, frenando el desarrollo de otras enfermedades o complicaciones a largo plazo; por ejemplo, las heridas en la encía pueden causar infecciones en otras partes del cuerpo si no se tratan. Es por eso que, cuando los daños en los dientes son muy graves, debemos valorar la posibilidad de utilizar el recurso del implante dental. Se trata de una intervención quirúrgica ambulatoria y en la que, de forma previa, el especialista ha debido realizar un estudio en profundidad del estado de la boca, piezas dentales, encías y masa de huesos.
Cómo se colocan los implantes dentales
Es un proceso complejo dividido en diferentes etapas y en el que hay que tener en cuenta que la mayor parte del tiempo se destina a la espera y curación entre procedimientos:
- Extracción del diente dañado.
- Preparación de la mandíbula (injerto) en el caso de pacientes con mandíbulas demasiado blandas o no lo suficientemente gruesas.
- Colocación del implante dental.
- Crecimiento y curación del hueso.
- Colocación del pilar.
- Colocación del diente artificial.
Entre las diferentes etapas puedes experimentar algunos malestares típicos relacionados con la cirugía dental como hinchazón en las encías y la cara, hematomas en la piel y encías, dolor en el sitio del implante o un leve sangrado. Para ello, es habitual que necesites antibióticos ante posibles infecciones y analgésicos para paliar el dolor tras las intervenciones. Además, tras cada paso en la colocación de los implantes dentales, te recomendamos que comas alimentos blandos para facilitar la cicatrización.
Los implantes dentales, qué debemos saber
Como en toda intervención médica, los implantes dentales presentan una serie de contraindicaciones que debemos tener en cuenta antes de decidirnos por un tratamiento u otro:
- Pacientes con infartos agudos de miocardio o accidentes cerebrovasculares ocurrido hasta 12 meses antes de la intervención.
- Pacientes inmunodeprimidos.
- Patologías de coagulación no controladas.
- Trastornos psiquiátricos de carácter grave.
- Enfermedades endocrinas y del metabolismo óseo no controladas.
- Pacientes embarazadas.
- Aquellas personas alérgicas al titanio.
- Pacientes con una deficiente higiene bucal y que padecen enfermedades periodentales.
- Fumadores.
- Pacientes con osteoporosis y con tratamiento de más de 3 años de bifosfonatos orales.
- Diabéticos no controlados.
Sin duda, la colocación de implantes dentales, es un proceso largo y duro, por lo que la decisión por parte del paciente debe ser muy meditada.